Los goles de Morata e Isco en la segunda parte acaban con la resistencia teutona y permiten a España encadenar una impresionante racha de más de tres años sin conocer la derrota
Ya apunta el himno de Palencia en su primera estrofa aquello de que esta tierra castellana es el granero de España. Lo es sin duda, en cuanto a calidad y futuro futbolístico se refiere a tenor del partidazo que los Sub-21 han llevado a cabo sobre el césped de la Nueva Balastera y que vuelve a evidenciar hasta qué punto hay provisiones en este equipo como para alimentar a la Absoluta durante mucho tiempo.
Ante unas gradas abarrotadas en la tercera presencia de la Selección en este estadio, los de Julen Lopetegui han hecho bueno aquello de que no existen amistosos cuando de defender la camiseta roja se trata, y en esta oportunidad tocaba además estrenar una nueva de Adidas.
En un comienzo fulgurante, los campeones de Europa (con regreso incluido de Isco y Alberto Moreno) avasallaron a las huestes germanas que apenas iniciado el encuentro vieron el balón estrellarse en el poste derecho de Leno tras una gran internada de Alvaro Morata.
Morata remataba al palo a los dos minutos de juego ante una Nueva Balastera a rebosar
Funcionaba la fluidez en la circulación, el juego combinativo, los desbordes constantes en banda con remates que buscaban la escuadra, como uno de Isco rebasada la media hora, y además Jordi Amat llevaba el peligro aéreo en las jugadas a balón parado de cabeza.
Sin embargo faltaba por llegar el gol ante una Alemania que por medio de Volland y Younes comenzaban a inquietar a la defensa local. Con empate a cero se iban los jugadores a la caseta y ya en la reanudación, tras cuatro cambio simultáneos en la Selección (Alberto Moreno se había retirado antes por lesión), llegaron los tantos.
El primero a los seis minutos del segundo acto y con la firma del máximo artillero de este equipo, Álvaro Morata, que no perdonaba tras un fallo en la entrega del guardameta alemán, quien sin tiempo para resarcirse veía cómo Isco destapaba el tarro de sus esencias para colocar el balón lejos de su alcance con un disparo milimétrico desde la frontal del área.
Dos minutos mágicos aseguraron la victoria y el récord para España
Siguiendo la máxima de Alí, la Selección había bailado como una mariposa durante casi una hora para picar inmisericordemente como una avispa en dos minutos mágicos. El partido quedaba encarrilado para volver a la perfecta coreografía de los internacionales.
Pudo ampliarse el marcador, con doble remate de Morata al palo, pero lo importante quedó asegurado. El próximo 24 de marzo la Selección encadenará tres años sin perder en categoría Sub-21, donde regresará a los partidos oficiales al final de verano.
Una racha que consagra a varias generaciones de jugadores, ese granero de España, al que apela el himno de la provincia que ha visto consumar la cifra y cuyo lema también podría aplicársele a nuestros internacionales, capaces de conjugar las armas de su efectivo juego y la ciencia del talento con la pelota.
Fuente: sefutbol.com
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